Prosocialidad LIPA

_RAB0119

Los comportamientos prosociales se refieren a  aquellas acciones de ayuda, realizadas para beneficiar a alguien de manera gratuita. Se actúa de manera prosocial porque  «el otro» tiene una necesidad.

Se diferencia de la colaboración (yo te doy esto y tú a cambio, esto otro) y del canje (te doy esto a cambio de esto otro), aunque pueden ser modelos complementarios. La prosocialidad es prima hermana del altruismo, pero no son la misma cosa.

La prosocialidad habita en el terreno del «otro» y no es importante qué motivaciones tenía la persona para ayudar.  El foco está puesto en que el comportamiento final sea realmente efectivo,  que el receptor de la ayuda esté satisfecho y que esta ayuda haya sido gratuita. En nuestra definición, el criterio de la acción prosocial es siempre el receptor de la ayuda.

Incorporar la realidad del otro en la definición misma de prosocialidad evita el riesgo de llegar a tolerar como prosociales acciones que más que beneficiar, incluso, perjudiquen al otro. Por ejemplo: cuando se hace un favor con buena intención y que el destinatario no agradece porque, simplemente, no le ha ayudado; generar relaciones de dependencia; o sin querer, con nuestras ganas de ayudar, hacer sentir subvalorado al otro.

Nuestra definición se diferencia de otras, precisamente porque es un enfoque práctico-teórico.  Al estar obligados a interactuar con receptores reales, es necesario ser precisos en la inclusión de  indicadores de calidad prosocial para prevenir efectos no deseados o desproporcionados entre el coste y el beneficio cuando se hace una acción que busca beneficiar a una persona, grupo o país. Además de la satisfacción del receptor,  como criterio de calidad principal, una acción de ayuda prosocial busca salvaguardar la identidad, autonomía, autoestima y creatividad del receptor y de las personas implicadas (el autor de la acción o posibles terceros implicados).

Lea la definición de PROSOCIALIDAD LIPA y sepa cuáles son los 10 tipos de acciones prosociales que existen

Sin personas dispuestas a actuar prosocialmente, viviríamos en una permanente soledad existencial.

_RAB0059Las acciones prosociales son preventivas de la violencia y reparadoras de la agresividad.

En LIPA nos preguntamos cómo la prosocialidad se puede aprender y entrenar, incluso en edad adulta.

Nos apasiona difundir los beneficios de la prosocialidad adaptándola a modelos que se adecuan a cada contexto específico: hospitales, cárceles, escuelas, universidades, barrios, supermercados, discotecas, cuerpos de policía, familias, parejas, etc. No hay ámbito humano que no pueda ser optimizado en su calidad prosocial.

En el grupo LIPA hemos desarrollado un modelo de intervención EN TRES NIVELES que nos permite ajustar las acciones prosociales a las necesidades reales y efectivas de los interlocutores EN CUALQUIER CONTEXTO.

CLICAR AQUÍ PARA LEER MÁS DE PROSOCIALIDAD LIPA